El pasado jueves días 30 de septiembre visitó Villafranca el arzobispo Don Santiago García Aracil, que presidió la Eucaristía de Acción de Gracias por la Beatificación de la Madre María de la Purísima, de la Compañía de Hermanas de la Cruz.
Fue una misa muy emotiva que abarrotó de fieles la Parroquia de Santa María del Valle, en cuyo altar a la foto de Santa Ángela de la Cruz, fundadora de la compañía, se unió la de Madre María de la Purísima entre gran alborozo de los presentes.
El arzobispo destacó en su homilía precisamente el matiz de acción de gracias que llevó a tantas personas esa tarde a compartir la eucaristía. Y recordó a los presentes que "de bien nacidos es ser agradecidos", que Dios está ahí no sólo para ir siempre a pedir (a pesar de que Jesús nos dijo: "pedid y se os dará"), sino también para agradecer tantas cosas que nos brinda cada día. Y entre ellas, el poder contar con una contemporánea en un lugar privilegiado en el camino a la santidad, iniciado en vida.
Se pudieron escuchar testimonios muy significativos y emocionados sobre la Madre María de la Purísima, sobre su sencillez y entrega en vida, sobre su intercesión ante Dios después de morir, y sobre todo se vivió el convencimiento de estar ante una nueva santa en la nómina de los cristianos.
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