Bajo el lema “Cantando la alegría de la fe”, cientos de niños
y jóvenes de distintos puntos de la archidiócesis de Mérida-Badajoz se dieron
cita el pasado fin de semana en Villafranca de los Barros. La Ciudad de la
Música acogió a los participantes en la XXVI edición del Festival diocesano de la Canción Misionera que contó no solo con una elevada asistencia sino con una
excepcional participación de todos ellos.
Una acogida y actividad con participación de los grupos de
catequesis de la Parroquia de Santa María del Valle, una celebración
eucarística presidida por el misionero extremeño Joseli y concelebrada por
sacerdotes representantes de algunas de las poblaciones asistentes, llenaron
una intensa mañana en torno a la celebración de la fe.
Ya por la tarde, la música y los cantos tomaron el relevo en
una magnífica expresión de alegría cristiana compartida. Fue el mejor reflejo
de que el mensaje del Papa emérito Benedicto XVI, recordado por el propio
Joseli en la celebración de la mañana, es una realidad viva, “los cristianos
tenemos que ser gente alegre”.
Y los grupos que actuaron en el Teatro Cine
Festival de Villafranca así lo pusieron de manifiesto, en una cita donde el
esfuerzo, las ganas, y la calidad artística se dieron la mano con la
interpretación de canciones en torno a la fe y la presencia de Cristo en
nuestras vidas.
Con la entrega de recuerdos y el apoyo a Juan Andrés
Calderón, Delegado Episcopal de Misiones, que vuelve a Perú el próximo mes de
junio, acabó una jornada para el recuerdo de pequeños y mayores, vivida con
toda la intensidad que la alegría de la fe contagió a los presentes.
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