Queridos amigos:
Celebramos el 2 de febrero en la Iglesia la fiesta de la Presentación del Niño Jesús.
María y José, fieles a la tradición de su pueblo, entran en el Templo con su Hijo a los cuarenta días de su nacimiento.
Tradicionalmente se celebra en este día la Jornada Mundial de la Vida Con-sagrada, cuyo lema para este año: «La vida consagrada, parábola de fraternidad para un mundo herido», nos hace presente la urgente necesidad que tiene nuestro mundo de mostrar la fraternidad como un bálsamo en medio de tantas divisiones y de tanto dolor producido por las rupturas y las discordias.La fraternidad es medicina para la soledad, la tristeza y para cualquier sufrimiento. Estamos inmersos en una pandemia que ha mostrado con toda su crudeza la vulnerabilidad del ser humano. El dolor y la incertidumbre se han adueñado de muchos corazones.
Hoy, la vida consagrada quiere recordarnos que todos somos hermanos y que todos estamos convocados a la ayuda mutua y al apoyo recíproco sin desentendernos de nadie.
De una manera especial este día hemos de rezar por los consagrados de nuestra comunidad parroquial. Somos la Parroquia de la Diócesis que más órdenes de consagrados tiene: Hermanas Carmelitas de la Caridad, Jesuitas, Hermanas de la Cruz y Hermanas Formacionistas.
Pidamos por ellos.
José Cordero, párroco Santa María del Valle.
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