Como venimos haciendo desde el fin de semana, os trasladamos un mensaje de fe y esperanza a través de estas entradas en nuestro blog. Especialmente hoy en que celebramos a San José, día de precepto en la Iglesia. (Recordad que a través de internet podemos seguir la santa Misa en distintos enlaces, e incluso a través de algunos canales de televisión).
Aprovechamos para felicitar a todos los que celebráis hoy vuestro santo y especialmente a nuestro párroco que, cada día, nos hace llegar una reflexión que nos ayude a serenar el alma en estos tiempos complicados que vivimos.
SAN JOSÉ: EJEMPLO DE SILENCIO
(5º día de “encierro” por el bien común)
Evangelio de la fiesta de hoy:
Lectura del santo evangelio según san Mateo :
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
- «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Palabra del Señor
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
- «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Palabra del Señor
REFLEXIÓN:
De San José poco nos dicen los evangelios, pero, en estos días de menos palabras, sobre todo para los que vivimos solos, habría que decir que San José es ejemplo de silencio.
San José nos transmite sobriedad y profundidad, sencillez y silencio, oración y austeridad.
Al festejar a San José y junto con Él su silencio, llegamos a la conclusión de que su disponibilidad y obediencia, o la ausencia de sus palabras en el evangelio es, todo ello, un gran regalo para nosotros.
- Nos enseña San José a ser grandes desde la pequeñez.
- Nos invita San José a confiar en Dios aunque aparentemente las cosas nos vayan en contra. Siempre confiar. Eso es la fe.
- Nos invita San José a ponernos en camino apoyados en la esperanza.
Sólo desde el silencio, con el silencio y en el silencio podremos llegar a comprender, vivir y sentir la presencia del Señor tal y como José hizo. Su silencio, el silencio de San José, es para nosotros un modelo, una respuesta a nuestra fe. ¿Tienes fe? Pues ¡guarda silencio!
¡Calla! ¡Olvídate de ti mismo y piensa más en los demás! ¿Quieres, como san José, conocer y amar más a Dios? Pues ¡abre un poco menos los labios y abre un poco más los oídos y el corazón!
¡Qué gran oportunidad tenemos de practicar todo esto en estos días!
Que el silencio de San José, en este tiempo de Cuaresma (no olvidemos que estamos en Cuaresma, pero que llegará un día la alegría de la Pascua), hable a lo más hondo de nosotros mismos.
Pidamos, por intercesión de San José, que el Padre Dios nos llene de esperanza en estos días difíciles.
Y recuerda: “El cielo está rojo. Mañana hará buen tiempo”.
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