“¡SAL FUERA!” (día 15 de confinamiento)
EVANGELIO del V DOMINGO DE CUARESMA
+LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: «Señor, tu amigo está enfermo.» Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea.»
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.» Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.» Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?» Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?» Le contestaron: «Señor, ven a verlo.» Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!» Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?»
Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús: «Quitad la losa.» Marta, la hermana del muerto, le dice: «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.» Jesús le dice: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» Entonces quitaron la losa.
Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.» Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, ven afuera.» El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar.» Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
Palabra del Señor
El titulo de este articulo -”¡SAL FUERA!”- no es una invitación a salir a la calle y romper el confinamiento que estamos cumpliendo por el bien de todos. Este “sal fuera” se refiere a la orden que da Jesús a su amigo Lázaro para salir del sepulcro, de la muerte.
Bien, pues este domingo, también Jesús nos invita a salir fuera. Es decir, a salir:
- del miedo que nos impide avanzar,
- de la desconfianza que nos hace dudar de Dios y de los demás,
- de la resignación mal entendida que nos hace cruzarnos de brazos ante las necesidad del otro,
- de la pasividad que nos lleva a esperar siempre de los demás,
- del egoísmo y la soberbia que nos impide mirar a los demás con generosidad,
- del consumismo que nos hace vivir en continua competencia con el otro,
- de….
El evangelio de este domingo nos invita a la VIDA. El relato de la resurrección de Lázaro es una gran catequesis sobre la vida y la fe en la resurrección. Jesús es más fuerte que la muerte, termina su vida dando vida y vida en plenitud.
Sin duda alguna es una llamada muy importante en estos días en los que nos sentimos rodeados por tantos signos de muerte. Él nos llama y nos comunica su vida, vida que supone nuestra radical transformación. Se nos da la vida para que seamos vida para los demás. Vamos a abrirnos a la Vida que Él nos quiere comunicar.
Y recordad: “El cielo está rojo. Mañana hará buen tiempo”.
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