En la rutina podemos encontrar enlaces para la reflexión y así nos lo hace llegar hoy nuestro párroco, en esta serie que compartimos para pararnos a pensar un poco en este tiempo especial que vivimos:
Ante la situación que estamos viviendo, ¡cómo echa uno de menos los "buenos días" de siempre!
Los primeros "buenos días" los recibo del amigo Manolo a la hora de comprar el periódico. Allí nos encontramos y, además de los "buenos días", comentamos lo que le cuesta al agua caer. No llueve, con la falta que le hace al campo y a nosotros.
También los "buenos días" nos los damos mi otro amigo Manolo y yo. Y éste me vuelve a comentar el daño que hacen las palomas en la parroquia y en otros lugares. Y siempre concluimos la breve conversación con la misma pregunta: ¿y qué hacer?.
Me encuentro también con la amiga Toni, que lleva ya dadas tres vueltas a la Plaza buscando aparcamiento, y me da los "buenos días".
Cuando vuelvo a casa, recibo los "buenos días" de otro conocido y de paso le pregunto por un familiar que lo han operado recientemente.
... Y así todos los días. Y estos encuentros son los que dan sentido a la vida de un cura de pueblo como yo.
Encuentros diarios, cotidianos, que señalan que estamos vivos, que estamos cerca. Lo importante que es un "buenos días" en nuestro vivir diario. Y lo que se añoran esos encuentros en estos momentos. ¡Ojalá pronto volvamos a darnos los "buenos días" de siempre!
Pero recordad: "El cielo está rojo. Mañana hará buen tiempo".
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