Poema del Libro "La Historia de Iza" de Grace
Ramsay
En redes sociales está circulando un poema que al leerlo da
la impresión de que ha sido compuesto recientemente a raíz de la pandemia del
COVID 19, aunque en realidad es parte de una obra llamada “La Historia de Iza”
de Grace Ramsay escrita hacía 1869. En realidad, debo decir que no conocía de
la existencia de esta obra y mucho menos la he leído, pero como ahora este
poema está circulando, pues voy a tenerlo que buscar y leer.
Bueno según wikipedia, Grace Ramsay es el seudónimo de que
usaba la escritora y biógrafa católica irlandesa-francesa Kathleen O’Meara.
Nacida en 1839-10 y fallece 1888, víctima de la neumonía.
El poema en mención es el siguiente:
Y la gente se quedaba en casa y leía libros y escuchaba
Y descansó e hizo ejercicios e hizo arte y jugó
Y aprendió nuevas formas de ser y se detuvo
Y escuchó más profundamente.
Alguien meditó, alguien rezó, alguien estaba bailando
Alguien se encontró con su sombra y la gente comenzó a
pensar diferente
Y la gente sanó.
Y hubo ausencia de personas que vivían
en una peligrosa ignorancia.
Sin sentido y sin corazón, incluso la tierra comenzó a sanar.
Y cuando el peligro terminó, y las personas se encontraron
Lloraron por los muertos, y tomaron nuevas decisiones....
Y soñaron con nuevas visiones y crearon nuevas formas de
vida.
Y curaron completamente la tierra; Justo cuando fueron
sanados.
Y hubo ausencia de personas que vivían en una peligrosa
ignorancia
Sin sentido, sin corazón, incluso la tierra comenzó a sanar
Y cuando el peligro terminó, y las personas se encontraron
Lloraron por los muertos y tomaron nuevas decisiones…
Y soñaron con nuevas visiones, y crearon nuevas formas de
vida.
Y curaron completamente la tierra. Justo cuando fueron
sanados.
Cuando la tormenta pase, y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes, de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo al primer desconocido
y alabaremos la suerte de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia, seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos que lo jamas conseguido
Seremos más generosos y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil que significa estar vivos
Sudaremos empatía por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre porque estabas apurado.
Y todo será un milagro y todo será un legado
Y se respetará la vida, la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores, como nos habías soñado.
Interesante ¿verdad?, y eso que este escrito tiene más de
150 años y podría decirse que ha sido escrito teniendo en cuenta la situación
que hoy por hoy vivimos a nivel mundial. No sé en realidad si ese es el poema
completo o ha sido modificado, pero no es sólo un poema sino también una
meditación.
Estamos volviendo poco a poco a salir a las calles, hoy son
los niños, una hora al día, más adelante serán las demás personas; seamos
responsables, salgamos respetando las condiciones mínimas y en lo posible las
máximas de seguridad para no exponernos ni exponer a los demás. Que los sueños,
las nuevas visiones de vida que nos hemos planteado durante esta cuarentena, no
se derrumben por acciones de irresponsabilidad.
Pablo Soto, vicario parroquial.
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