PREGÓN PASCUAL
(Día 29 de Confinamiento)
"Hoy es el día para que anunciemos la vida en medio de la pandemia; para que hablemos libre y proféticamente de los abusos que estamos cometiendo contra la naturaleza que Dios nos encomendó cuidar; para denunciar la opresión que a diario cometemos unos contra otros, sean ellos inmigrantes acampados en las fronteras, ilegales sin acceso a los beneficios del Estado, y tantos y tantos que sufren la injusticia. Este es el día para reafirmar nuestro compromiso con la justicia y recargar la energía de nuestra fe. Éste es él día para reconocer y abrazar nuestro papel de misioneros, dispuestos a testimoniar el amor de Dios manifestado en la persona de Jesús, que ha resucitado".
Que seamos presencia del amor del resucitado en cualquier lugar donde nos encontremos. Sí, no es la muerte, sino la vida lo que ahora celebramos.
Es el Dios de la Vida que viene a cogernos fuertemente de la mano.
Esto no ha terminado el Viernes Santo.
Jesús ha resucitado. Dios vive.
Siempre que luchamos por una sociedad mejor, Dios vive. Siempre que nos esforzamos por vivir como hermanos, Dios vive. Siempre que compartimos los frutos de la tierra, Dios vive.
Un mundo construido así no será vencido por la muerte, sino que será la tierra de la vida verdadera, de la vida permanente.
Hoy, Domingo de Resurrección celebramos al Dios de la Vida, que hizo florecer la cruz de Cristo.
Somos seres de esperanza, luchadores constantes por mejorar este mundo y ya no nos importan los fracasos, la persecución o la espada, porque todo nos acerca al Dios de la Vida.
El que el Viernes Santo se jugó la vida por nosotros, HA RESUCITADO.
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