En la celebración de la Pascua de Resurrección, el Papa Francisco envió a todos los movimientos populares del mundo una carta, en la que hace un recuento de los problemas que afectan a la humanidad hoy en día, una carta que invito a leer aquí les dejo el enlace de L´Osservatore Romano:
Algunos puntos a resaltar en esta bella carta, una carta de amor donde el Santo Padre habla desde lo más profundo de su corazón, habla con la ternura de una padre que ve el sufrimiento de tantos hombres y mujeres que hoy por hoy, ante la pandemia del coronavirus se convierten en “Un ejército sin más arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad que reverdece en estos días en los que nadie se salva solo. Ustedes son para mí, como les dije en nuestros encuentros, verdaderos poetas sociales, que desde las periferias olvidadas crean soluciones dignas para los problemas más acuciantes de los excluidos".
Al leer la carta nos vamos dando cuenta que si bien la situación que ahora vive el mundo está golpeando a todos, los más afectados son los pobres y los marginados, aquellos que viven o son considerados “de las periferias” pero que a pesar de todo, “no se encierran en la queja: se arremangan y siguen trabajando por sus familias, por sus barrios, por el bien común”.
En esta carta el Papa piensa en todos, en las amas de casa, en los obreros, en los obreros, recicladores, etc. Y a ellos les invita también a ser protagonistas del mañana, a ser constructores de esa nueva cultura, nueva sociedad que surgirá después de esta pandemia. Les invita y les recuerda que ellos “no son unos improvisados, tiene la cultura, la metodología pero principalmente la sabiduría que se amasa con la levadura de sentir el dolor del otro como propio. Quiero que pensemos en el proyecto de desarrollo humano integral que anhelamos, centrado en el protagonismo de los Pueblos en toda su diversidad y el acceso universal a esas tres T que ustedes defienden: tierra, techo y trabajo. Espero que este momento de peligro nos saque del piloto automático, sacuda nuestras conciencias dormidas y permita una conversión humanista y ecológica que termine con la idolatría del dinero y ponga la dignidad y la vida en el centro".
Así pues, invito a todos a poder leer esta bella carta que el Papa Francisco nos ha escrito en esta Pascua de Resurrección y cada uno pueda reflexionar en cada palabra, en cada punto que ahí se nos habla.
Bendiciones.
Pablo Soto, vicario parroquial.
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